Las tortugas también vuelan
- Alexia Miranda
- 30 abr 2018
- 2 Min. de lectura
Película iraní del director Bahman Ghobadi, cuenta la historia de un niño que vive en un campo militar, antes de que estallara la guerra entre Estados Unidos e Irak en 2003. La película se centra en la vida de los niños, como pasan los días y el trabajo que realizan para poder sobrevivir.
El protagonista, de nombre Kak Satellite, es un niño huérfano que se hace cargo de los demás niños del pequeño pueblo. Se muestra como una figura valiente y al que los niños depositan su confianza. Satellite es su esperanza durante el gobierno de Sadam Hussein.

La situación que viven estos niños es de miseria y hambre. A pesar de las terribles condiciones en las que viven estos niños, por el simple hecho de ser niños, no se puede evitar ver ternura y picardía, más no son del todo ingenuos. Gracias a Satellite, que sabe de armas, intercambia bombas y comercia con adultos. Se gana el respeto de jóvenes y viejos.
La vida en el campo de refugiados cambia cuando una casa decide instalar una antena para ver televisión. El campo en la frontera no tenía manera de comunicarse ni enterarse de lo que pasaba durante el peligro de una guerra inminente. Satellite de nuevo, mintiendo de saber inglés, traducía las noticias para el pueblo. Es irónico que teniendo una televisión no puedan entender, pero es más irónico que haya un niño con visiones que predicen lo que acontecerá.
Una historia de narrativa sencilla y que desarrolla el día a día en un campo, abre espacio para lo sobrenatural. Hasta ese momento podría decirse que el film tenía tintes muy propios de un documental. Es una denuncia y una protesta hacia una situación que es real y viven millones de niños en el mundo. Ghobadi llama a la reflexión, toca la fibra más sensible contextualizando la historia con niños. Los vemos heridos, hambrientos y algunos sin brazos o piernas.
Ghobadi expresó: “Vi muchas atrocidades en la vida de la gente, y especialmente en la de los niños, que siempre son las primeras víctimas y de los que nadie se ocupaba. Yo quería hacer una película contra la guerra. De regreso a Irán, al revisar el material que había grabado, decidí volver y hacer una película en la que apareciera todo lo que me había alterado: terrenos minados, niños mutilados, gente perdida, la inseguridad... Entonces volví y me fui a vivir con los niños para sentirme más cerca de ellos”.Antes de que estallara la guerra Satellite veía a Estados Unidos como una salvación, pensaba que saldrían del campo e irían a la ciudad. Pero lo que recibió cuando empeoro la situación fue: una máscara por familia y la escena del final, donde coches estadounidenses solo pasan de largo. De carácter crudo, la intención de este film es concientizar y llamar a la tolerancia. Personajes conmovedores y actuaciones que llenan, un film imperdible.
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