Wong: El amor no caduca
- Alexia Miranda
- 30 abr 2018
- 2 Min. de lectura
El llamado "poeta de la imagen" Wong Kar Wai presenta “Chungking Express”, una historia que mantiene el estilo de películas hongkonesas sumado a la influencia de La nueva ola francesa, al lado del director de fotografía australiano Christopher Doyle.
La película se divide en dos historias que se unen en un restaurante de media noche. Dos policías viven un romance que sólo dicha ciudad puede ofrecer, un escenario vibrante y complejo. Ambos viven aislados en una gran ciudad padeciendo rupturas amorosas.
La primera parte, Chungking Mansions, trata de el oficial 223, que intenta superar a su ex novia May, simultáneamente en otro punto de la ciudad una traficante “rubia que siempre usa gafas de sol” huye después de ser amenazada tras perder al grupo de hindús que transportaban la droga. Ambos en busca de un escape llegan un bar, donde 223 se acerca y eventualmente van su habitación de hotel, donde solo se ofrecieron nada mas que compañía. El ambiente de Chungking Mansions es frívolo, con filtros azulados, evidencia la poca moral de la vida nocturna de la ciudad y la fácil disposición de actos ilegales. La cámara al hombro va acorde al dinamismo de las tomas y el intento de recrear la realidad. También aquí, se menciona la importancia que tiene el tiempo en la película. Wong estira y manipula el tiempo a su antojo, lo que busca es plasmar emociones. 223 nos hace una pregunta, ¿ Habrá algo en este mundo que no caduque?
Si, el amor caduca.
La segunda parte llamada Midnight Express, comienza con el oficial 223 conociendo accidentalmente de Faye, camarera en un restaurante. Una voz en off nos dice que ella se enamorara del siguiente personaje. Otro oficial, un hombre que intenta superar una ruptura, ser encuentra tan aferrado a ella que cree que la casa y sus objetos también la extrañan, clara muestra de desestabilidad mental. Faye se enamora secretamente de 663 y ve la oportunidad de acercarse más a él, cuando recibe una carta de la ex novia con las llaves del apartamento. La carta, se debe mencionar fue leída por medio restaurante, más nunca llego a las manos de 663. Impulsada por amor Faye entra en el apartamento en numerosas ocasiones, cambiando objetos de lugar, de color y demás. 663 parece ignorar estos cambios y cree que si los objetos esta superando la relación. Intenta una cita con Faye, pero ella huyo a seguir su sueño en California. La siguiente ocasión en la que se encuentran no es romántico, pero sugiere interés mutuo que nunca murió.
La filmación de esta película fue bastante corto, otra característica de la Nueva ola francesa, es simpático y orgánico. El ritmo de “ChungBrigitte Linking Express” es natural y sencillo, parecieran historias que nunca podríamos imaginar ver juntas, pero así es la vida en una urbe como Hong Kong. Wong nos da una lección de soledad y de esperanza, y probablemente jamás volvamos a escuchar California dreaming de nuevo.
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